Volvemos! Naminé y la diferencia entre los seres vivos y los seres inertes

 Hola a todos/as! En estos años que hemos estado desaparecidas han sucedido muchísimas cosas. Incluso estamos sumergidos en una pandemia! Quien lo hubiera dicho. Me apetecía  coger a las pequeñas y retomar todo cuanto me aportaban. Y aquí estamos de vuelta renovadas, con nuevas ilusiones y motivaciones casi tres años después de la última entrada. Wooo! 

Esta que saluda y que está irreconocible es Naminé (muñeca pullip veritas primera edición). Al volver a montarlas se me ocurrió tirar de lo que teníamos en casa y ponerle los chips rojos del taeyang Sebastian (previo lijado de los bordes exteriores) para que pudiese cerrar los párpados al no tener los azules de peluche que antes llevaba. Lo siguiente fue probar el pelo que antes usaba Minerva (aún no tengo decidido que pelo le pondré ahora a ella) y este fue el resultado final. 

Se me ha ocurrido que si uso el móvil, en vez de la cámara de fotos, quizá ahorre tiempo y pueda mantener esto más actualizado. 

Naminé intentaba exponer la diferencia entre los seres vivos (plantas, animales, el hombre) y los seres inertes (las rocas, el aire, el sol, etc). 

 Los seres vivos nacen, se alimentan, respiran, crecen, se reproducen y mueren. Los seres inertes son seres sin vida. 

Para explicarlo mejor Naminé utilizó una planta pequeña de casa como ejemplo de ser vivo. 

Y unas piedras en representación de los seres inertes.

Y me propuso algo tan sencillo como poner juntos un ser vivo (una pequeña planta) y uno inerte (una piedra). Después las tapamos con un trozo de plástico y las dejamos así unos días.  

Con el paso de los días comprobamos las diferencias entre la planta que estaba sin tapar y la que había tapada. 

Mientras una seguía igual, pues había podido acceder al agua con nuestros cuidados y al aire para poder respirar, la otra que estaba tapada no había podido y se había marchitado. Sin embargo, la piedra seguía igual que las que estaban sin tapar, pues el aire o el agua no le afectaban ya que no es un ser que necesite respirar o alimentarse para vivir. 

También aprendimos que los animales y las plantas son seres vivos pero los animales pueden ir de un sitio a otro y las plantas no, porque sus raíces están unidas a la tierra.

El hombre, como todos los animales, nace, se alimenta, crece, se reproduce y muere, pero se diferencia de ellos porque es capaz de pensar y progresar gracias a su inteligencia.  Como personas tenemos el deber de cuidar nuestro entorno, los seres vivos y los seres inertes conviven con nosotros. Hasta la próxima entrada! Gracias por leernos.